Restaurante en el centro de Mallorca, compuesto por una barra con la cocina vista, para solo 12 comensales.
Ofrece una cocina anacrónica con técnicas tanto ancestrales como de vanguardia. Haciendo un uso ético de los recursos, está plagada de productos en desuso, y de fermentados/curados/madurados destemporalizando las temporadas.
En su interior, vista desde la barra a través de una ventana, funciona la fábrica de la cerveza Monsieur Gordo y la kombucha Brilla.
Fue nombrado Restaurante Revelación Mallorca 2018.